Luego de más de 100 días de aislamiento forzado por lluvias intensas, comunidades del Alto Paraguay comienzan a reactivar su economía gracias a la reapertura de caminos, aunque en condiciones aún precarias. La reanudación del tránsito de vehículos pesados está permitiendo el traslado de ganado y mercaderías.
Solo en las dos primeras semanas de habilitación de los tramos viales en Fuerte Olimpo y Bahía Negra, circularon más de 350 camiones ganaderos. Esto permitió evacuar aproximadamente 14.000 cabezas de ganado vacuno, que permanecían retenidas en las estancias durante meses sin posibilidad de comercialización.
Pese al mal estado de las rutas, los trabajos conjuntos de la Gobernación, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y actores privados permitieron habilitar los accesos. La presión del sector productivo fue clave para reactivar el tránsito, en vista de las pérdidas acumuladas durante el encierro.
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La ganadería, principal motor económico del departamento, concentra cerca de dos millones de cabezas de vacuno. Su paralización tuvo un fuerte impacto social, con numerosas familias sin ingresos y una marcada caída del consumo en los distritos más aislados.
Los primeros camiones movilizados tras la reapertura representan operaciones por más de G. 70.000 millones, una inyección que comienza a sentirse en comercios locales. Emprendimientos como restaurantes, estaciones de servicio y almacenes volvieron a registrar actividad luego de meses críticos.
Ganaderos como Mirian Gómez destacan la importancia de aprovechar el actual periodo seco para intensificar las tareas de mantenimiento y reparación definitiva de los caminos. Señalan que si no se actúa con rapidez, el próximo ciclo de lluvias podría agravar aún más la situación.
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El MOPC anunció para el 21 de julio la apertura de ofertas de una licitación por USD 1.600.000 para intervenir los tramos críticos. El proyecto contempla levantamiento de terraplén y obras de desagüe, fundamentales para evitar nuevos bloqueos durante la temporada alta de precipitaciones.
De no ejecutarse estas obras en agosto, septiembre y octubre, se corre el riesgo de repetir el aislamiento prolongado. La persistencia de agua en zonas bajas hace urgente una intervención planificada que garantice la conexión terrestre durante todo el año.
Fuente: ABC Color
