La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de su Comité de Salud Medioambiental, ha emitido una advertencia sobre el grave peligro que representan los conciertos, festivales y otros eventos con altos niveles de ruido para la salud auditiva de niños y bebés. Según sus mediciones, en espectáculos diseñados para adultos el sonido puede alcanzar entre 110 y 130 decibelios (dB) cerca de los altavoces, una intensidad capaz de provocar daño irreversible en segundos.
Los especialistas explican que el oído de los menores, especialmente de bebés y niños pequeños, es más vulnerable debido a que sus estructuras auditivas están en desarrollo y carecen de mecanismos naturales de protección. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 85 dB por más de una hora, y advierte que desde los 70 dB una exposición prolongada ya implica riesgo.
El oído de bebés y niños pequeños es especialmente vulnerable porque sus estructuras están en desarrollo y carecen de mecanismos de protección frente al sonido intenso. Os dejamos un decálogo de prevención auditiva:https://t.co/7alCmDo3TK
— AEP (@aepediatria) August 14, 2025
El comité subraya que en lactantes los efectos de una sobreexposición son difíciles de detectar, ya que no pueden expresar molestias como pitidos o pérdida temporal de audición. Entre los signos de alerta mencionan llanto inconsolable, sobresaltos frecuentes ante sonidos, irritabilidad, apatía, falta de reacción a ruidos habituales o gestos como frotarse los oídos.
La AEP aconseja que lactantes y preescolares no asistan a conciertos o festivales para adultos, incluso con protección auditiva. Para niños de entre seis y 12 años, sugiere que solo acudan si el evento está adaptado con volumen controlado y zonas seguras. En adolescentes, recomienda usar siempre protección, limitar la exposición y evitar ubicarse cerca de los altavoces.
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Entre las medidas preventivas destacan el uso de orejeras específicas para cada edad, evitar tapones pequeños por riesgo de atragantamiento, mantener al menos 30 metros de distancia de los altavoces y permanecer en zonas laterales. También sugieren no exceder 30 minutos a una hora en entornos con más de 85 dB y alternar con áreas tranquilas para dar descanso al oído.
Finalmente, la AEP insta a los adultos a vigilar cualquier signo de incomodidad o cambio de respuesta a sonidos durante y después del evento. Si se detectan alteraciones en la audición o en la conducta, recomiendan consultar al pediatra de inmediato para prevenir secuelas permanentes.
Fuente: Europa Press/ El Confidencial







