Acompañada de amigos, Liz se acercó a Francisco y le expresó “ellos son mis amigos y fueron los que me sostuvieron. Soñamos y acá estamos”, mientras los jóvenes saludaban al pontífice.
Cuando el Papa divisó a los paraguayos manifestó de manera espontánea, “Paraguayos, con calor y sin tereré” y los jóvenes rieron a carcajadas.
Antes de la despedida los visitantes solicitaron a Francisco unas fotografías, quien con mucha amabilidad accedió, dirigiendo unas palabras hacia la mujer paraguaya, que él admira tanto. “Paraguay tiene a las mujeres más heroicas de América”, dijo.
Liz, de profesión enfermera, escribió al Papa una carta, quien respondió a la joven invitándola para que fuera con amigos para participar de una Asamblea General.
La delegación está compuesta por 11 jóvenes quienes son parte de diferentes grupos de la Pastoral Juvenil del departamento de Cordillera.
