Los muros presentan alarmantes señales de deterioro a poco tiempo de haberse inaugurado.
Los mismos sostienen los terraplenes de acceso al superviaducto ubicado en Madame Lynch y Aviadores del Chaco.
En el lado derecho del acceso sur-este, una placa de hormigón ubicada en la base del muro, donde se da el mayor empuje combinado de tierra (relleno del terraplén) y agua de lluvia (antes de la eliminación por el sistema de drenaje), acusa grietas y descascaramiento que, lo que podría ceder.
En la zona no se ven marcas de impactos de vehículos, frenadas ni marcas de neumáticos en cordón de vereda, por lo que se descartaría esta causa.
Las placas de hormigón están ancladas dentro del terraplén, por lo que en caso de roturas resulta prácticamente imposible su reemplazo.
Si se procede a la inyección de mortero de cemento como solución, anularía el filtro de piedra del sistema de drenaje agua de lluvia.
El proyecto original licitado, para los muros, consideraba como parte más expuesta al impacto de los vehículos y contemplaba la construcción de defensas como se han realizado en New Yersey.
El costo de esta defensa rondaba los USD 400.000 y, pese que cotizado por todos los oferentes, esta parte de la obra fue uno de los recortes hechos por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones , quedando todos los muros sin protección.
La consultora Deloitte, encargada de la fiscalización, no alertó que la estructura quedaría expuesta, informó ABC Color.
Más de una vez el superviaducto se ha inundado a causa de las lluvias, varios automovilistas quedaron atrapados en sus propios vehículos.
En noviembre del año pasado fue la ultima vez que el túnel se inundó.
