Según los datos de la carpeta fiscal se confirma que Reinaldo Chaparro Penayo, Lucio Romero Caballero y Nery Antonio Franco González, caseros del diputado colorado de Paraguarí, Tomás Éver Rivas, en ningún momento estuvieron en sus puestos laborales en la Cámara de Diputados, entre julio del 2016 y marzo del año 2017.
Sin embargo, habrían firmado planillas de registro de entrada y salida en el Congreso, las mismas estaban certificadas con la firma del diputado, para justificar el cobro de sus salarios.
El fiscal anticorrupción Luis Piñánez imputó a los caseros por los delitos de cobro indebido de honorarios, estafa, expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso y uso de certificados sobre méritos.
Los encausados firmaban las planillas de asistencia, pero ni si quiera llegaban a la capital del país, según registros de llamadas entrantes y salientes.
Los empleados percibían salarios entre G. 2.000.000 y G. 3.000.000, Rivas fue reelecto como diputado, reportó Última Hora.
