El pabellón “Cinco Alta”, de Tacumbú y el pabellón “E Baja” del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) en Encarnación fueron intervenidos en forma simultánea, donde se incautaron armas blancas, celulares, sustancias estupefacientes, pendrives, chips para teléfonos móviles y ganchos.
De acuerdo a lo manifestado por el encargado de despacho de la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios, Carlos Figueredo, la requisa en ambos lugares se dio, tras un informe de inteligencia que decía que en esos pabellones había droga y armas.
En el cateo participaron personal penitenciario y la Policía Nacional a través de la Agrupación Especializada, FOPE y la Unidad Especializada de Investigación de Hechos Punibles.
Figueredo explicó que actualmente las revisiones en las cárceles se dan de forma manual y por personal penitenciario por lo que son fácilmente eludibles todos los controles de ingreso a los establecimientos.
“Años atrás se habían adquirido varios scanners para las penitenciarías pero ahora están en desuso o con necesidad de reparación”, resaltó, al tiempo de afirmar que solicitaron la reparación de las maquinas pero que existe “un problema presupuestario del Ministerio de Justicia”.
“En el año 2009 teníamos 6.000 personas privadas de libertad y ahora en el 2019 tenemos 16.000 personas y el presupuesto del Ministerio de Justicia no ha acompañado este crecimiento exponencial de la población penitenciaria”, reveló.
Indicó que este flagelo podría ser reparado con la ley de emergencia penitenciaria que permita contar con más recursos para la infraestructura y para la contratación de agente penitenciarios.
