El padre del principal sospechoso de la muerte de la jueza Diana Mereles Duarte contó que el día en que ocurrió el crimen, su hijo no fue junto a él para tomar mate, como era costumbre.
En este sentido, compañeros de trabajo se comunicaron con el padre para saber qué pasó con Wilson Miguel Scappini Villalba, ya que no se presentó a su lugar de trabajo, además de que varias veces llamaron al celular, sin obtener respuesta. Lo mismo hizo el progenitor, sin resultados favorables.
“Pensé que tocó por electricidad. No pensaba yo otra cosa. Estaba súper bien”, dijo a C9N en referencia a lo que pudo haber ocurrido.
Luego, el hombre fue hasta el Juzgado de Hernandarias en busca de Scappini. En el lugar vio que estaba el celular de su hijo y también su uniforme, así también, halló un cuerpo tendido en el piso. El padre estaba acompañado de otro guardia de seguridad.
“Yo no medí luego que era la doctora, pensé que era mi hijo. Le dije al guardia: ‘che ra’y omano, che ra’a (mi hijo murió, amigo)’. Estaba en el pasillo ahí su uniforme”, relató el padre.
Luego llamaron a la Policía para que intervenga en el caso.
Indicó que el joven de 28 años era adicto a las drogas, pero que se habría recuperado. Comentó que tenían proyectado abrir un negocio. El padre, también era compañero de trabajo de la magistrada fallecida.
La jueza en lo Civil y Comercial fue hallada muerta en los pasillos de la sede judicial, en la tarde del sábado. La misma sufrió un fuerte golpe en la cabeza, presumiblemente el objeto utilizado fue un piedra basáltica.
Scappini, quien habría confesado el crimen fue detenido en una zona boscosa de Hernandarias. También fueron aprehendidas dos mujeres y un adolescente de 16 años.
El hombre se desempeñaba como guardia de seguridad del juzgado.
