Varios hospitales públicos atraviesan por varias necesidades no solamente relacionadas con falta de medicamentos, insumos y camas, sino de resguardos para familiares de pacientes.
Los mismos tuvieron que soportar la fuerte tormenta registrada el lunes y protegerse como pudieron. Un ejemplo es el Hospital de Ñemby donde los parientes tuvieron que aglomerarse para guarecerse en la pequeña sala de espera.
Otros corrieron hasta los toldos de las farmacias que se encuentran en los alrededores, para protegerse de la copiosa lluvia.
“Se dice que no tiene que haber aglomeración, nos juntamos todos para no mojarnos, corremos el riesgo nosotros de enfermarnos al lado de nuestros pacientes, encima que son costosos los medicamentos, son costosos los análisis, por día todo lo que estamos gastando y lo que nos está costando conseguir y otra vez soportar esto”, expresó una de las afectadas.
Una situación similar se vivió en las afueras del Hospital Nacional de Itauguá, donde el temporal arrasó con las carpas improvisadas hechas con bolsas. Una suerte similar corrieron los familiares que se encontraban en las carpas donadas por el Gobierno, pues debieron sostener los campamentos para que los fuertes no se los lleven.
Varias personas de vieron afectadas, pues sus prendas, colchones y enseres se mojaron, informó Noticias Paraguay.
El clamor generalizado de los familiares es la provisión suficiente de carpas para aguardar en condiciones dignas novedades de sus pacientes.
