El obispo del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, ha expresado su preocupación por el riesgo de que el nuevo Hospital Regional de Fuerte Olimpo, una vez concluida su magnífica construcción, se convierta en un “elefante blanco” si no se garantiza el equipamiento médico necesario y la contratación de profesionales especializados.
Pese a elogiar la imponente infraestructura de casi 4.000 metros cuadrados, en la que se ha invertido alrededor de 12.500 millones de guaraníes, el religioso advirtió que la simple mudanza del viejo hospital con sus escasos y obsoletos equipos no resolverá los problemas de salud que aquejan a la población de la zona.
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“Si no se cumple con estos requisitos tan necesarios, el nuevo hospital será un gran elefante blanco, ya que no dará solución a los eternos problemas de salud que a diario pasan los pobladores de esta parte del país”, manifestó Escobar.
Una de las principales preocupaciones radica en la falta de médicos especialistas, lo que obliga a realizar constantes evacuaciones de pacientes a hospitales de otras regiones para tratar casos que podrían ser atendidos en la misma zona, de contar con el personal capacitado.
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Más allá de la conclusión de la obra, prevista para mediados de mayo, el obispo advirtió que aún persisten otros obstáculos que podrían retrasar la puesta en funcionamiento del nosocomio, como la falta de un sistema de provisión de agua y de energía eléctrica para casos de emergencia.
Ante este panorama, Escobar instó a las autoridades nacionales a demostrar voluntad política para dotar al hospital de todos los recursos necesarios y evitar que se convierta en un edificio inoperante, incapaz de brindar una atención médica adecuada a la población del Chaco.
Fuente: ABC Color.
