La Semana Santa, tradicionalmente conocida por un intenso movimiento fronterizo entre Argentina y Paraguay, se ha visto significativamente afectada este año debido a la crisis económica que enfrenta el país vecino.
A diferencia de años anteriores, los pasos fronterizos no muestran las extensas filas de vehículos y personas esperando para cruzar y pasar las fiestas religiosas en territorio paraguayo.
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Héctor Aguilera, funcionario de Aduanas en el paso fronterizo Clorinda-Falcón, resaltó la notable disminución en el movimiento migratorio en comparación con años previos. “Años atrás teníamos interminables colas de vehículos”, señaló Aguilera, destacando que la corta fila actual avanza con rapidez, reflejando la baja afluencia de viajeros.
Si bien durante el fin de semana se registró la llegada de numerosos ómnibus provenientes de Argentina, Aguilera sugirió que muchos optaron por el transporte público debido a su mayor accesibilidad en medio de la difícil situación económica que atraviesa el país vecino. Esta realidad se ve reflejada de manera evidente en el limitado movimiento migratorio observado.
Los compatriotas y argentinos que arribaron esta mañana coincidieron en que la economía argentina se encuentra en un estado crítico. Zacarías Noguera, un paraguayo que cruzó la frontera, manifestó su preocupación por la situación de los argentinos, afirmando que “la están pasando muy mal”. Sin embargo, destacó que aquellos paraguayos que se prepararon y trabajan arduamente logran sobrellevar las dificultades.
Por otro lado, David Pico, un ciudadano argentino, mencionó que aprovecharon la oportunidad de viajar debido a un cambio ligeramente favorable en la moneda. No obstante, subrayó que el contexto nacional está enormemente complicado debido a la inflación galopante que afecta a todos los productos de consumo diario, generando un impacto directo en la economía de los hogares.
Pico también señaló que los empleados públicos argentinos aún no han recibido sus salarios, lo cual contribuye a la disminución del movimiento económico en el país. Esta situación ha obligado a muchos a postergar o cancelar sus planes de viaje durante la Semana Santa.
La crisis económica argentina no solo ha impactado en el bolsillo de sus ciudadanos, sino que también ha tenido un efecto dominó en el movimiento fronterizo con Paraguay. La notable reducción en el flujo de personas y vehículos durante una época tradicionalmente concurrida es un claro reflejo de las dificultades que enfrenta el país vecino.
Mientras tanto, las autoridades aduaneras y migratorias en los pasos fronterizos continúan monitoreando la situación, adaptándose a la realidad actual y brindando los servicios necesarios a aquellos que, a pesar de las adversidades, han decidido cruzar la frontera para celebrar la Semana Santa en Paraguay.
Fuente: ABC Color
