Espectáculos

Madonna deslumbra en histórico concierto en Río de Janeiro, repasando su carrera de cuatro décadas

Madonna ofreció un espectacular concierto en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, Brasil, donde repasó su carrera de cuatro décadas con una mezcla de música, performance, cabaret y baile, emocionando a una multitud estimada en 1,5 millones de personas.

Madonna en Copacabana. Foto: Marcos Hermes .Tracklist

En un histórico concierto que hizo vibrar la icónica playa de Copacabana en Río de Janeiro, Brasil, la reina del pop Madonna deslumbró a una multitud estimada en 1,5 millones de personas. La artista estadounidense de 65 años repasó su carrera de cuatro décadas en un espectáculo lleno de energía, combinando música, performance, cabaret y baile.

El show, que formó parte de The Celebration Tour, comenzó pasadas las 22:30 horas locales, con Madonna llegando al escenario de 800 m2 por una larga pasarela elevada desde el emblemático hotel Copacabana Palace. Su interpretación de “Nothing Really Matters”, un himno a la resiliencia, dio inicio a un derroche de energía brutal que emocionó a todos los presentes.

A lo largo del concierto, Madonna mostró su infinita capacidad de innovar con decenas de cambios de decorado y trajes, espectaculares luces y pantallas gigantes. Pasó de colegiala de minifalda a católica irreverente en “Like a Prayer”, un tema que le costó la excomulgación de la Iglesia católica. También rindió homenaje a víctimas del sida, entre ellos Freddie Mercury y el legendario músico brasileño Cazuza, en “Live To Tell”.

El amor de la reina del pop por Brasil tuvo su momento con la participación especial de Anitta, la reina del funk, en “Vogue”, y de la cantante drag Pabllo Vittar, quien subió al escenario con un grupo de chicos tocando tambores. Madonna también presentó con orgullo a su hija Mercy James mientras tocaba el piano, mostrando su faceta de madre.

Tras casi dos horas y media de show, Madonna cerró con un mix épico de “Billie Jean” de Michael Jackson y “Like a Virgin”, poniendo la cereza al pastel de un concierto que marcó el final de una intensa gira con 80 presentaciones en 15 países de Europa y Norteamérica. La gira adquirió un significado especial después de que en junio una grave infección bacteriana hiciera temer por la vida de la cantante.

El megaconcierto, cuya producción involucró a miles de personas y tuvo un costo de 60 millones de dólares, es una apuesta económica de Río de Janeiro, que inyectó 4 millones de dólares en la producción. Las autoridades estiman que el espectáculo aportará 60 millones de dólares a la economía local, pero sobre todo, saben que albergar el mayor concierto de Madonna es pasar a la historia, y eso no tiene precio.

Fuente: Ámbito Financiero