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¿Ministra Barán mintió sobre UTI Neonatal de Villarrica?

Nuevos documentos contradicen al Ministerio de Salud sobre la UTI Neonatal de Villarrica, vinculada a la muerte del bebé Osman Eliel, evidenciando que la unidad inaugurada carecía de insumos básicos.

María Teresa Barán, ministra de Salud. Foto: X @mariatbaran.

Nuevos documentos filtrados sacuden al Ministerio de Salud y contradicen la versión oficial sobre la operatividad de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal del Hospital Regional de Villarrica, inaugurada recientemente y vinculada a la muerte de un bebé prematuro.

Una serie de documentos filtrados ponen en duda la versión oficial del Ministerio de Salud sobre la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) Neonatal del Hospital Regional de Villarrica, que fue inaugurada el pasado 20 de febrero con la presencia del presidente Santiago Peña y autoridades sanitarias.

El escándalo estalló luego del fallecimiento del pequeño Osman Eliel, un bebé prematuro que necesitaba atención urgente en terapia intensiva, pero no pudo recibirla porque la UTI Neonatal no estaba operativa. Su caso se conoció el 26 de febrero, generando indignación en la comunidad y dejando en vilo la inauguración de la nueva sala.

Esa misma noche, pero tras casi diez horas de espera, Osman fue trasladado al Hospital Materno Infantil de Trinidad, en Asunción, donde perdió la vida el 1 de marzo. Sus padres alegaron que las horas perdidas en la espera de un traslado fueron cruciales y que la pronta atención podría haber cambiado sus probabilidades de sobrevivir.

Días después, la ministra de Salud, María Teresa Barán, afirmó que la unidad estaba lista para funcionar desde su inauguración y responsabilizó al entonces director del hospital, Cristian Matto, por supuestamente cerrar la UTI sin autorización y de manera unilateral el 24 de febrero y sin prever un plan de contingencia en caso de que un recién nacido necesitase el servicio. Yo no puedo decir quién es el culpable, estamos haciendo un proceso de investigación, hay que entender que el director del hospital es el responsable directo de garantizar su servicio de salud, había dicho Barán en conferencia de prensa. Sin embargo, los documentos filtrados indican que la realidad era otra.

Recién el 21 de febrero, médicos de la UTI pidieron la provisión de instrumentales, mobiliarios y equipos médicos.

Uno de los documentos es una nota remitida el 21 de febrero —un día después de la inauguración— por el equipo médico designado para la UTI, en la que solicitaban insumos básicos como instrumentales, ropa quirúrgica, mobiliario y equipos médicos esenciales para el funcionamiento de la unidad.

En este se especifica la solicitud de cajas de curación, cajas de cirugía menor, riñoneras, bandejas de acero inoxidable, tambores para esterilización, ropas quirúrgicas; mobiliarios como heladeras, armarios para documentos, mesas, camas y colchones para el estar médico, sillones para lactancia placas y hervidoras eléctricas, relojes de pared y basureros clasificados para residuos hospitalarios, entre otros.

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Otro documento clave es una nota enviada el 24 de febrero por Matto al entonces director de la IV Región Sanitaria, Elías Benítez, en la que pedía la provisión de los materiales solicitados por el personal de la UTI, evidenciando que la unidad no contaba con lo necesario para operar en el momento de su inauguración.

El 24 de febrero, Matto redigirió la solicitud de médicos y enfermeros al entonces director de la IV Región Sanitaria.

Esta contradicción entre las declaraciones oficiales y los documentos filtrados plantea serias interrogantes sobre la transparencia del Ministerio de Salud y la responsabilidad en la muerte del pequeño Osman.

El caso resalta un patrón preocupante en la gestión sanitaria pública: la priorización de inauguraciones mediáticas por encima de la funcionalidad real de los servicios críticos de salud.

Fuente: ABC Color