Por primera vez en la historia, dos cardenales vinculados a Paraguay tendrán voz y voto en el cónclave que elegirá al sucesor del fallecido papa Francisco. Este acontecimiento sin precedentes marca un momento de especial relevancia para la Iglesia paraguaya y su influencia en el escenario católico mundial.
El comunicador católico Pedro Kriskovich destacó este hecho histórico, señalando que Adalberto Martínez Flores, primer cardenal nacido en Paraguay, y Cristóbal López, cardenal español nacionalizado paraguayo y actual arzobispo de Rabat, serán parte del selecto grupo de prelados que decidirán el rumbo de la Iglesia Católica en los próximos años.
“Un total de 137 cardenales pueden votar en el cónclave, pero elegible puede ser alguien mayor de 80 años; son más de 200, cualquiera puede ser elegido”, explicó Kriskovich. Este proceso exclusivo de la Iglesia Católica concentra ahora la atención mundial, con la peculiaridad de contar con dos representantes vinculados directamente a Paraguay.
La partida del papa Francisco ha generado profundo pesar en la comunidad católica paraguaya. “Se ha ido un Papa que nos amó”, lamentó Kriskovich, recordando que el intelectual Umberto Eco llegó a calificar al pontífice como “jesuita paraguayo” por su estrecha relación con nuestro país.
El vínculo del Santo Padre con Paraguay fue notable desde antes de su pontificado. “Es un Papa que habló de la gloriosa mujer paraguaya, que siendo arzobispo en Argentina trabajó con las comunidades paraguayas”, señaló el comunicador, destacando también que Francisco “tuvo una jefa paraguaya, una mujer que murió víctima de la dictadura”.
Los gestos finales del Papa conmovieron a millones de fieles. “El Papa se despidió casi sin poder hablar, amándonos hasta el extremo, hasta el final”, relató Kriskovich sobre las últimas horas del pontífice. A pesar de su visible deterioro físico, Francisco celebró su última Pascua cercano a los fieles.
Una de las características más destacables del papa Francisco fue su capacidad para conectar con personas de todas las creencias. “Hay gente atea que le está llorando al Papa, que se sintió abrazada, sintió cercanía con él”, afirmó Kriskovich, evidenciando el alcance universal del mensaje del pontífice argentino.
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Mientras el mundo católico se prepara para un nuevo capítulo en su historia, la participación de dos cardenales paraguayos en el cónclave representa una oportunidad única para que la perspectiva de la Iglesia latinoamericana, y específicamente paraguaya, sea considerada en la elección. Este momento histórico podría influir significativamente en la dirección futura de la Iglesia Católica global.
Con la mirada puesta en Roma, Paraguay observa con atención los próximos acontecimientos, consciente de que su voz estará presente en una de las decisiones más trascendentales para los católicos del mundo. Los desafíos actuales de la Iglesia, desde la necesidad de una mayor inclusión hasta el diálogo interreligioso, seguirán demandando un liderazgo inspirado en la cercanía y humildad que caracterizaron al pontificado de Francisco.
Fuente: ABC Color
