Una fuerte explosión registrada en la mañana del viernes sacudió la zona de Prenestino-Centocelle, en Roma, luego de que una estación de servicio sufriera una deflagración mientras se intentaba controlar una fuga de gas.
El incidente ocurrió en la Via dei Gordiani, mientras un camión cisterna abastecía los depósitos de la gasolinera. La fuga habría provocado un incendio, al que acudieron bomberos y policías, momentos antes de la explosión.
#Internacionales | Roma vivió momentos de pánico este viernes tras una explosión en una gasolinera que dejó una treintena de heridos, entre ellos nueve agentes de seguridad.
La respuesta policial y de bomberos fue inmediata, acordonando la zona en Prenestino-Centocelle y… pic.twitter.com/MlrV8ojNx9
— Política Stereo (@politicaestereo) July 4, 2025
El estallido dejó un saldo de al menos 30 personas heridas, entre ellas nueve miembros de las fuerzas de seguridad. La detonación fue tan potente que se escuchó en barrios alejados como Saxa Rubra, Portuense y hasta en el Vaticano.
La nube de humo negro se elevó por varios metros, generando alarma en toda la capital italiana. Varios ciudadanos creyeron inicialmente que se trataba de un ataque, dada la magnitud del estruendo y la columna visible a kilómetros.
La onda expansiva dañó ventanas y estructuras de edificios cercanos. Al menos dos inmuebles fueron evacuados, además del centro deportivo próximo, donde se encontraban unos 15 menores al momento del siniestro.
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El joven Michele Seco, trabajador de dicho centro, relató que el estallido fue tan fuerte que se sintió como una quemadura instantánea. El temor se propagó rápidamente entre los residentes de la zona.
La policía acordonó el área afectada para facilitar las labores de los bomberos, que trabajaron durante varias horas para controlar el incendio y asegurar el perímetro ante posibles nuevos riesgos.
El alcalde de Roma confirmó que se mantiene el estado de emergencia en la zona mientras se investigan las causas exactas de la fuga y se evalúan los daños estructurales causados por la explosión.
Fuente: Clarín