Las promesas de Santiago Peña parecen beneficiar solo a unos pocos, mientras el ciudadano común enfrenta salarios reducidos y ajustes económicos constantes.
El presupuesto del Gabinete Civil creció en G. 5.776 millones, destinando más a ceremonial, catering, viáticos y combustibles.
El clan Galaverna asigna operadores en cargos públicos sin concurso, drenando al Estado más de G. 4.000 millones anuales en salarios y beneficios.
La Presidencia mostró invitación que confirma que Peña participará únicamente del baile inaugural, no de la ceremonia oficial en el Capitolio.
El crecimiento del crimen organizado en el país genera alarma en Brasil, que considera esta amenaza en su estrategia de defensa nacional.
Ante la falta de oferentes y presiones políticas, la Municipalidad de Asunción considera destinar terrenos de la Costanera para viviendas sociales.
