Nacionales

“Corrupción de poderes del Estado es el mayor mal que sufre Paraguay”, lamenta arzobispo

El Monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción lamentó que la corrupción y la impunidad sigan imperando en Paraguay, durante el vía crucis celebrado este viernes en el inicio la Semana Santa.

El acto se realizó en el Cerro Lambaré. Foto: Abc.

La Iglesia Católica conmemoró el viernes de dolores con el vía crucis que inició en la entrada al Cerro Lambaré. En medio de las precarias casas de los damnificados, se llevaban a cabo las estaciones.

En tanto que durante la homilía Valenzuela recordó los siete dolores de María y los comparó con la realidad del país.

Citó algunos dolores sociales  como los problemas de la educación por la falta de maestros, escasa generación de fuentes de trabajo, fallas en la atención a la salud, la corrupción de los poderes del Estado, considerada como el mayor mal que sufre nuestro país y que afecta a todos los niveles e instituciones, y la impunidad para quienes cometen graves delitos.

Nombró además a la inseguridad, la migración, el secuestro, que llevan al empobrecimiento humano, dijo.

“Nuestros centros urbanos poco a poco se van llenando de asentamientos; nuestro pueblo, como la familia de Nazareth, sufre el dolor de ser expulsado de sus tierras para ser entregado a otros que se adueñan de él”, manifestó según indica Abc.

Asimismo cuestionó el despilfarro de las instituciones estatales cuando gastan más en cuestiones administrativas que en solucionar el problema crucial de la tierra.

“La pérdida de Dios en nuestra vida, en nuestra sociedad, es la pérdida de nuestro rumbo, de nuestro GPS, que nos lleva a la pérdida de nuestra propia identidad como Nación, volviéndonos más insensibles”, remarcó.

Sostuvo que la iglesia está siendo aún golpeada de forma inescrupulosa con el tema del aborto, y la minusvaloración de la vida desde su misma concepción.

Finalmente exhortó a los ciudadanos a  no olvidar a los damnificados que sufren el dolor del abandono de sus casas por causa de la crecida de los ríos.

Además a respetar la dignidad de las mujeres y niños, así como soluciones para el problema de la drogadicción y de los indígenas que están luchando por un pedazo de las tierras de las que antes eran únicos dueños.