La muerte de Perla Ricardo, una joven de 24 años, por parte de su expareja, Néstor Rodríguez, sigue generando indignación, más aún luego de conocerse los antecedentes del caso.
La víctima era una destacada carpintera de su comunidad, hacía trabajos de estilo rústico.
El hombre, de 29 años, había sido denunciado en reiteradas ocasiones por parte de la mujer, por violencia doméstica. La primera fue el 28 de setiembre pasado, donde la jueza dispuso una medida de restricción de prohibición de acercamiento.
En su ratificación de medidas de protección, la jueza, excluyó al hombre de su vivienda, prohibió el acceso y el acercamiento a 100 metros y la prohibición de realizar cualquier tipo de violencia.
La última denuncia policial de la víctima, es del 25 de octubre, es decir de dos días antes del crimen.
Al respecto, la fiscal Liliana Galeano reconoció que fallaron los protocolos para proteger a la mujer.
“Luego de la primera denuncia, ya se debía activar la alerta, el procedimiento no es citarlo nuevamente, el procedimiento es remitirlo al Ministerio Público”, dijo, reconociendo que en ese aspecto falló el protocolo.
Añadió que la jueza remitió las respectivas denuncias al Ministerio Público luego de consumado el crimen, con un agregado de la última denuncia policial. “La policía en ese momento tenía que detenerle al tipo y tenía que remitir la declaración policial a la Fiscalía”, alegó.
La agente fiscal, afirma que las dos instituciones, “la policial y el Poder Judicial”, cometieron el error y reconoció que la muerte de Perla Ricardo, era una muerte evitable.
“Y sí, probablemente que sí, esta era una muerte evitable. Además se le tenía que someter a un tratamiento sicológico al hombre, estaba perturbado”, manifestó.
