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Del pizarrón al volante: Maestra cambia la enseñanza por la conducción de autobuses

Felicia Florentín, una maestra paraguaya, da un giro a su carrera, cambiando las aulas por los autobuses, en la Primera Escuela de Conductores de Paraguay.

Felicia Florentín concentrada estudiando el primer módulo del curso, junto con sus 33 compañeros. Foto: Daniel Ñamandú

En una inesperada transición de carrera, Felicia Florentín, maestra, ha decidido cambiar el pizarrón por el volante.

Esta valiente mujer se ha inscrito en la Primera Escuela de Conductores de Paraguay, con la intención de convertirse en conductora de autobús.

Felicia es una de las 34 personas que forman parte de la primera camada de futuros choferes que comenzaron su capacitación recientemente. Este grupo de pioneros está marcando un hito en la historia del transporte público, desafiando las convenciones y abriendo nuevos caminos.

Aunque la enseñanza siempre ha sido su vocación, Felicia siempre tuvo una pasión oculta por la conducción. Cuando se enteró de la existencia de la escuela de conductores, no dudó en inscribirse, dispuesta a aprender y a superar los desafíos que esta nueva aventura le depararía.

Al dar este paso, Felicia no sólo está cambiando su propia vida, sino que también está abriendo el camino para que más mujeres se atrevan a romper las barreras y desafiar los roles de género tradicionales.

Primera Escuela de Conductores de Transporte Público

Desde ayer, la Primera Escuela de Conductores inició sus operaciones en colaboración con las empresas Magno S.A. (Línea 12) y San Isidro S.R.L. (línea 48 y 51).

Según Sandy Ayala, Gerente de Marketing, el propósito es “equipar al conductor para resolver varios problemas que suelen generar conflictos con los pasajeros”. El programa durará tres meses.

En la primera convocatoria, se inscribieron 700 personas, pero sólo 34 fueron seleccionadas, ya que debían cumplir con ciertos requisitos, siendo el más importante no tener experiencia previa conduciendo ninguna línea de autobuses.

El primer curso de la escuela durará tres meses y los participantes tienen edades que oscilan entre los 25 y los 46 años.

Los cursos se estructuran en varios módulos, que los estudiantes deben aprobar para avanzar al siguiente, culminando con una clase práctica de conducción de uno de los autobuses.

Como incentivo, los estudiantes del primer curso recibirán pasajes de autobús gratuitos tres horas antes y tres horas después de las clases. Esta medida busca garantizar su asistencia y motivarles a seguir adelante.

De las 700 personas que se inscribieron, sólo 34 fueron aceptadas, incluyendo a dos mujeres que destacan en el grupo. El objetivo final de la primera promoción es proporcionarles empleo en las empresas que patrocinan la Escuela.

Fuente: Extra