Internacionales

Escalada mortal: ataques entre India y Pakistán dejan decenas de civiles muertos

La crisis entre las potencias nucleares se agrava con un saldo de 26 civiles muertos en Pakistán, incluidos niños, y 7 fallecidos en Cachemira india, según informes oficiales de ambos países.

Una vista de la ciudad de Muzaffarabad en la Cachemira administrada por Pakistán. Foto Reuters

El conflicto entre India y Pakistán ha escalado dramáticamente con un saldo humano mucho mayor al reportado inicialmente. Un portavoz militar pakistaní confirmó a la agencia Reuters que al menos 26 civiles murieron y 46 resultaron heridos como consecuencia de los bombardeos indios contra territorio pakistaní. El teniente general Ahmed Sharif Chaudhry precisó que entre las víctimas mortales se encuentran adolescentes y niños, siendo el menor de ellos un infante de apenas tres años de edad.

La situación ha adquirido dimensiones aún más preocupantes al confirmarse que los ataques de represalia pakistaníes también han cobrado vidas civiles. Según reportes policiales citados por Reuters, siete civiles perdieron la vida en la región de Cachemira administrada por India como resultado de los bombardeos lanzados desde territorio pakistaní, lo que confirma que el intercambio de fuego ha afectado a la población civil en ambos lados de la frontera.

El Ministerio de Defensa de India había justificado su operación militar argumentando que los ataques estaban dirigidos exclusivamente contra “sitios donde se han planeado ataques terroristas contra India”. Las autoridades indias aseguraron que sus acciones fueron focalizadas, medidas y de naturaleza no escalatoria, insistiendo en que no habían atacado instalaciones militares pakistaníes y que habían demostrado considerable moderación en la selección de objetivos.

Sin embargo, estas afirmaciones contrastan drásticamente con la información proporcionada por el portavoz militar pakistaní, que confirma un elevado número de víctimas civiles, incluyendo niños pequeños. Esta discrepancia ha intensificado la condena internacional y las preocupaciones sobre la naturaleza de los objetivos seleccionados por las fuerzas indias durante la operación militar.

El gobierno de Pakistán, que ya había calificado los ataques como un acto de guerra flagrante y no provocado, ve reforzada su posición con la confirmación del alto número de bajas civiles. El Ministerio de Exteriores pakistaní había denunciado que los misiles impactaron en diversas localidades de la Cachemira administrada por Pakistán y en la provincia oriental de Punjab, específicamente en las zonas de Muridke, Bahawalpur, Kotli y Muzaffarabad, afirmando que los ataques constituyeron una violación de la soberanía de Pakistán.

La comunidad internacional, que ya había expresado su preocupación por la escalada militar entre ambas potencias nucleares, enfrenta ahora una situación más grave con la confirmación de múltiples víctimas civiles. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, había advertido que el mundo no puede permitirse una confrontación militar entre India y Pakistán, instando a la máxima moderación militar por parte de ambos países, un llamado que adquiere mayor urgencia a la luz de las nuevas informaciones sobre las víctimas.

Atentado mortal contra base militar sacude Pakistán

Esta crisis, que se produce en el contexto de crecientes tensiones bilaterales tras el ataque del mes pasado contra turistas en la región de Cachemira controlada por India, amenaza con desestabilizar toda la región del sur de Asia. El atentado del 22 de abril en la ciudad turística de Pahalgam había dejado 26 muertos, incidente por el cual Nueva Delhi responsabilizó directamente a Pakistán, acusándolo de respaldar a grupos milicianos, acusación que Islamabad ha negado consistentemente.

Unite a nuestro canal de WhatsApp

La confirmación de víctimas civiles en ambos lados de la frontera complica considerablemente los esfuerzos diplomáticos para desescalar la situación. El Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de su portavoz, había instado a ambas naciones a trabajar en pro de una solución responsable, pero la pérdida de vidas civiles, especialmente de niños, puede endurecer las posturas de ambos gobiernos y dificultar cualquier iniciativa de diálogo o negociación en el corto plazo.

El primer ministro pakistaní Shehbaz Sharif, que había convocado una reunión de emergencia del Comité de Seguridad Nacional para evaluar posibles respuestas, ahora enfrenta una presión adicional para demostrar firmeza ante lo que Islamabad considera una agresión injustificada que ha resultado en numerosas bajas civiles. La tragedia humana confirmada por fuentes oficiales de ambos países añade un componente emocional al conflicto que puede complicar los esfuerzos de mediación internacional.

Fuente: Clarín