Política

Análisis político: El peñismo no arranca, el bipartidismo en riesgo y el cartismo más fuerte

El gobierno de Santiago Peña enfrenta un análisis crítico por Cadep: el peñismo se desvanece, el bipartidismo se tambalea y el cartismo gana terreno.

En día en que Cartes afilió a Peña. Foto: ABC.

Recientes análisis del Centro de Estudios de Políticas Públicas (Cadep) arrojan luces sobre la actual dinámica política en Paraguay bajo la administración de Santiago Peña.

Con un escenario político en constante evolución, el peñismo, una vez considerado el sucesor del legado de Horacio Cartes, parece desvanecerse. Mientras tanto, el cartismo se fortalece, y el tradicional bipartidismo paraguayo enfrenta un posible fin.

El declive del Peñismo: Contrario a las expectativas, el gobierno de Peña no se ha distanciado significativamente de la influencia de Cartes. A pesar de los escándalos y acusaciones que pesan sobre Cartes, Peña ha mantenido una lealtad que pone en juego su propia legitimidad.

Esto ha resultado en un debilitamiento del peñismo, que inicialmente buscaba establecerse como una corriente política independiente dentro del Partido Colorado.

Bipartidismo en crisis: El bipartidismo, una característica histórica de la política paraguaya, enfrenta desafíos sin precedentes. El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) muestra signos de fragmentación interna, lo que podría llevar a su división definitiva. Esta situación pone en riesgo la estructura bipartidista del país, abriendo la puerta a nuevas configuraciones políticas.

El ascenso del Cartismo: Paralelamente, el cartismo se fortalece. Con un control efectivo sobre el Partido Colorado y maniobras estratégicas en el Poder Judicial, Cartes continúa ejerciendo una influencia considerable en la política nacional. Este fenómeno se refleja en la capacidad del cartismo para impulsar legislaciones clave y mantener unidos a sus seguidores.

La sociedad civil y la política alternativa: Ante un panorama político fragmentado, surge la pregunta sobre el papel de la sociedad civil y los movimientos alternativos.

Aunque estas fuerzas pueden ofrecer un contrapeso al avance del cartismo, enfrentan el desafío de superar el clientelismo arraigado y la falta de cohesión. No obstante, representan una esperanza para un cambio político significativo.

Fuente: Última Hora